Panorama

ALCALATÉN-MIJARES
CASTELL DE ATZENETA INFO

De fortaleza templaria a lugar de romería

A unos tres kilómetros de la población de Atzeneta del Maestrat (Castellón), perteneciente a la comarca de L' Alcalatén, se encuentra ubicado el castillo y el santuario dedicado a San Juan Bautista, la Virgen de la Esperanza y los santos Fabián y Sebastián.

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Enclavado en un lugar estratégico, en las puertas del antiguo Maestrazgo1, servía de cierre y protección de los pasos del collado de Atzeneta, principal acceso a la población desde las sierras de Lucena y de los barrancos de Les Torrocelles y Mas d'Avall.

Un territorio ocupado desde la prehistoria

El origen exacto de los primeros asentamientos es incierto, no obstante, en el término municipal se han encontrado yacimientos arqueológicos de arte rupestre como los petroglifos de la Cova de Pere Tomas, de la Edad del Bronce en El Collado y El Racó, y de época ibérica en el mismo Castell, en el Tossalet de Valera, destacando en Atzeneta el hallazgo de una estela ibérica en la partida de la Madonya2.

El municipio actual es sin duda de origen árabe, como lo prueban testimonios históricos de las correrías de El Cid y Pedro I. El topónimo hace referencia a un asentamiento de los bereberes del norte de África de la tribu de los Zanata. 

Desde sus comienzos, Atzeneta estuvo vinculada a Culla y corrió su misma suerte histórica, incorporándose al reino de Aragón en 1233. 

La sociedad rural medieval dependía absolutamente de los bosques y de su suelo para su supervivencia, hecho que, unido a la baja densidad de población hasta el siglo XVIII, permitió que se desarrollara una fuerte conciencia del uso sostenible de estos recursos. La principal actividad económica de la zona era la agricultura de secano (almendro, olivo, avellano, vid y cereales), la ganadería extensiva (ovino, caprino, bovino) y la extracción de madera y leñas. Con el fin de organizarse, defender sus intereses y regular sus actividades nació en 1345 la setena de Culla o Comunitat d’Herbatge3 integrada por los siete municipios de la Bailía: Culla, Benassal, Vistabella del Maestrat, Atzeneta, Benafigos, Villar de Canes y la Torre d’En Besora.

La máxima de la setena de Culla era aunar explotación y conservación aplicando el derecho consuetudinario y la sabiduría popular y por ello también establece la denominada Visura General dels Termes, esto es, una inspección de todos los términos municipales que la componían y que debía realizarse cada ocho o catorce años por las autoridades y los vigilantes, como procedimiento de control de los aprovechamientos y recursos disponibles, constituyéndose como pionera en el territorio  en materia de legislación medioambiental.

La meticulosidad de su actuación y legislación mantuvo a la Comunitat d’Herbatge de forma gremial y comunitaria durante más de cuatro siglos (de 1345 a 1805), hasta la llegada del liberalismo y la abolición de los gremios, hermandades y comunidades rurales y la desamortización de mediados del siglo XIX.

Un castillo de origen andalusí

En época andalusí, el Castell sería unos de los centros de población husun o territori de Culla (según Bazzana, Cressier i Guichard). El castillo estuvo integrado en la demarcación territorial del castillo de Culla. El rey Jaume I lo cambia junto con el castillo de Les Coves por Morella. De esta manera pasó a los dominios de Blasco de Alagón. Después, por herencia, pasa a Constanza de Alagón y Guillem de Anglesola. El hijo de este matrimonio, Guillem de Anglesola, vendió el castillo de Culla a los templarios, que lo tuvieron solo trece años. Desaparecida la Orden del Temple Culla pasó a la Orden de Montesa. Según Miralles Porcar, el castillo de Atzeneta era llamado el Castellar de la demarcación de Culla.

La Carta Puebla de Lucena, al nombrar los límites de su término, no nombra el pueblo de Atzeneta, sino el Castellar, y en el Archivo Histórico Nacional se encuentra un documento por el que se demuestra que el Castellar no fue vendido a los templarios, puesto que pertenecía a la hermana de Guillem, Mergelina de Anglesola, casada con un Queralt y Cervelló, señores de Santa Coloma de Querals, emparentados con los Condes de Cardona. Un descendiente de Mergelina, Pere de Queralt, vendió al Maestre de Montesa el Castellar el año 1387.

La Crónica de Viciana de 1564 habla de este castillo: «En Adzeneta solia haver castillo y por tiempo se arroyno. En el cual los de la villa edificaron una yglesia e aquella dedicaron a nuestra señora de Sperança y a Sant Sebastián»4.

De la antigua fortaleza únicamente se conserva la torre del Homenaje, torreón medieval de finalidad militar y planta cuadrangular del siglo XIV.

Con posterioridad se construyó una ermita al lado del castillo dejando un pasadizo de unos tres o cuatro metros entre ambos edificios. Por el siglo XVI se edificó este pasadizo para sacristía y con escaleras para subir al coro de la ermita y entrar a la casa del castillo. Por la parte contraria pudo ser demolida alguna edificación.

La ermita es un templo a dos aguas con espadaña en la fachada principal, de piedra y con el hueco para la campana, hecha en 18445. La portada está construida por un arco de entrada de medio punto.

El interior es de una sola nave con cabecera plana de cuatro tramos. Las pilastras son de piedra, los arcos de medio punto y las cubiertas también de piedra y de medio punto. El retablo original del siglo XVI se localiza en la iglesia parroquial de Atzeneta. Las imágenes con las que cuenta el templo se encuentran en el altar principal y son unas pinturas de la Virgen de la Esperanza, San Juan Bautista y San Sebastián, obras actuales de Ángel Costa.

De uso defensivo a uso religioso

 

Actualmente, el entorno del Castell está declarado Paraje Natural Municipal, y se siguen manteniendo las tradiciones populares como las dos romerías anuales que se celebran, el domingo siguiente al día 20 de enero, en honor a San Sebastián, y el sábado después de San Vicent, conocida como el Castell d’estiu

El origen de estas romerías lo encontramos en las peregrinaciones en las que nuestros ancestros pedían a la divinidad y a sus intermediarios, la Virgen y los santos, la protección sobrenatural para alcanzar salud, paz y lluvia del cielo suficiente, para que las cosechas llegaran a buen término. Una de las más antiguas es la de els Pelegrins de les Useres,6 siendo la meta de los peregrinos el antiguo cenobio de San Juan Bautista, a 1300 metros de altitud, cerca del pico de Penyagolosa. Desde la segunda mitad del siglo XIV, desde Atzeneta se peregrinaba hasta San Joan de Penyagolosa el tercer lunes de pascua. A principios del XVIII esta peregrinación fue sustituida por la actual que va al Castell, y desde entonces preside su ermita San Juan Bautista junto con Nuestra Señora de la Esperanza. Sin embargo, el antiguo itinerario sigue siendo conocido y va hacia Penyagolosa pasando primero por Xodos. En la actualidad se sigue peregrinando a Sant Joan de Penyagolosa, y dado su importante carácter sociocultural, la Diputación de Castellón opta por proponer a Patrimonio Mundial de la UNESCO la candidatura del proyecto Camins del Penyagolosa

En las romerías actuales al Castell de Atzeneta, aunque el sentido espiritual ha trascendido a un plano social y turístico, se siguen manteniendo ciertas tradiciones gastronómicas y litúrgicas; se reparte la típica fogasseta de Atzaneta y se siguen manteniendo los cánticos religiosos7  (Gozos a San Juan Bautista).

1 Atzeneta del Maestrat pertenecía a la comarca histórica de l’ Alt Maestrat.2 Arasa, F. (2017). Una estela ibèrica trobada a Atzeneta del Maestrat (l’Alt Maestrat, Castelló). Quaderns de Prehistòria i Arqueologia de Castelló, 35.3 La construcción de la setena de Culla fue un contrato entre el señor de la Orden de Montesa y los habitantes de toda la Tinença, para el usufructo de todo lo referente a la ganadería y el bosque. En Miralles i Porcar, J. (1985). Els terrenys comunals a la setena de Culla. Boletín n.º 9. Centro de Estudios del Maestrazgo.

4 Las inscripciones de la campana remarcan que fue hecha para la ermita del Castell, y dispone de dos imágenes de los santos titulares (San Juan y San Sebastián).5 El camino dels Pelegrins de les Useres fue declarado Monumento Natural por el Consell de la Generalitat en 2007. Este mismo año el conjunto de Sant Joan de Penyagolosa fue declarado Bien de Interés Cultural como Monumento del Patrimonio Histórico de España.6 Monferrer, A. (2013). Els Pelegrins de les Useres. Revista Valenciana d'Estudis Autonòmics, 58, 112-125.
7  El grupo coral «Los Auroros» de Atzeneta ha recopilado la tradición popular del goigs

 

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