Termas completamente excavadas
La zona propiamente termal, con una extensión de 175 m2, se limita al sector este del edificio, fue excavada en su totalidad entre finales del 2003 y comienzos de 2004 y está compuesta por seis dependencias con funciones diferentes, pero todas interrelacionadas. Su fecha de construcción se ha situado entre los siglos I y II d.n.e. La primera sala, orientada al norte, corresponde al vestíbulo, con una superficie de 18,2 m2, a la que se accede a través de un estrecho y largo pasillo (13 x 1,15 m.). En su flanco oeste se hallaron dos piscinas de agua fría que conservan el pavimento y el revestimiento de las paredes, mientras que en su flanco norte se hallaron dos nuevas estancias que pudieron formar parte del complejo de los baños.
La partida de Santa en l’Alcora se conoce históricamente por la gran cantidad de hallazgos de época romana, entre los que destacan las diferentes inscripciones funerarias actualmente desaparecidas
La segunda dependencia de planta rectangular (12 m2) estaba dedicada probablemente al caldarium y otra contigua, al tepidarium (8,2 m2), hipótesis confirmada por la presencia de parte del hypocaustum, el cual se ubicaba debajo del pavimento como sistema de calefacción. La energía térmica se generaba a través de un horno a leña, praefurnium (12,4 m2), que se encuentra justo en el lado este de las salas calefactadas. Desde allí el calor se distribuía debajo de un falso suelo elevado por los suspensurae, o pilares de ladrillo, que en el Pujolet de Santa llegan a una altura de casi 60 cm.
Al oeste del vestíbulo se abre el frigidarium y, en la zona sur, otro espacio de planta cuadrangular de 30,7 m2, dividido en cuatro apartados, que corresponde a la natatio.
En la construcción de los baños se siguieron al parecer planes lineales simples y el modelo típico de la termas romanas. De hecho, el vestíbulo actúa como eje organizador del conjunto termal: las salas calientes ocuparon el flanco occidental mientras que las estancias frías (frigidarium y natatio) se ubicaron en el flanco oriental.
El asentamiento tiene un solo nivel de ocupación, pero en algunos ambientes se registra un segundo momento constructivo que sirvió para ampliar los baños o redistribuir otras estancias
En cuanto a la cronología de la termas, se han distinguido dos fases constructivas, una entre el siglo I y II d.n.e. que corresponde al momento del levantamiento y otra relacionada con las obras de reforma en la estancia del vestíbulo de los baños entre el II y el III d.n.e. Se amortizaron los cimientos de muro mampuesto con un potente relleno de tierra arcillosa, sobre este nivel se dispuso el pavimento de opus tessellatum y se levantaron los muros encofrados del vestíbulo y del hypocaustum. Finalmente, la decadencia se daría entre los siglo IV y V d.n.e., a la que sucedió el progresivo abandono del yacimiento. Los restos de mosaico presentes en la parte oeste del vestuario son muy escasos pero se pueden observar algunas porciones. Así, adosada al muro hay una banda enmarcada de orlas vegetales con diferentes tamaños de teselas coloreadas y con un dibujo de dos sandalias en el centro, con referencia quizás a la necesidad de descalzarse antes de entrar en los baños.
Área de baños y servicios
El proceso de excavación arqueológica en la parte del yacimiento afectada por las obras de la variante de la CV-190 ha permitido documentar un conjunto de estructuras de muros y una serie de niveles estratigráficos que han aportado suficientes datos para plantear la correcta interpretación y cronología de los restos.
En la zona sur, las cimentaciones de mampuesto eran el cierre perimetral de un espacio en el que se encontrarían las dependencias de los baños y un posible ambiente de servicios. En líneas generales, alcanzan una altura de 15 a 20 cm. Esta zona del yacimiento ha sido excavada sólo en parte, pero hasta el momento se han documentado media docena de apartados diferentes. Quizá alguna de las estructuras estaba destinada al cuidado de las instalaciones termales y las estancias anexas, a albergar el combustible. Los sectores norte y este y la parte más oriental del sector sur de la excavación están determinados por la presencia de potentes niveles de relleno que amortizan la depresión descrita por el terreno natural y, en otros casos, se utilizan para colmatar grandes fosas excavadas en el subsuelo geológico, arcillas y calizas, sobre las que se cimientan varios de los muros.
Piezas de cerámica, vidrio y clavos de bronce y hierro
La mayor parte del material encontrado procede de niveles de vertidos creados en algunos casos por la amortización de la depresión del terreno y, en otros, para colmatar fosas excavadas en el subsuelo.
El hallazgo de varios silos y piedras de molino apunta a su importancia como centro agrario de la época
Entre los fragmentos recuperados destacan las importaciones de terra sigillata, cerámica común de origen africano y platos-tapadera. Junto a estas piezas hay también ejemplares de terra sigillata hispánica e itálica, así como gran cantidad de fragmentos de cerámica común, de cocina, vidrio, clavos de bronce y de hierro y abundante fauna (sobre todo ovejas y cabras, caballos, cerdos, ciervos y, en menor medida, perros y microfauna diversa). La naturaleza de estos rellenos y el estudio de los restos de cultura material hallados en su interior apuntan al carácter de vertedero de tierras y elementos procedentes del propio asentamiento romano. La datación de estos vertidos nos la proporciona la terra sigillata Clara D (finales del siglo IV-principios del V d.n.e.). El resto de material cerámico se compone sobre todo de fragmentos de terra sigillata hispánica y, en menor medida, itálica, fragmentos de paredes finas y de cerámica campaniense y clara de huevo. Más residual es la cerámica adscrita culturalmente al Bronce Final o al Hierro Antiguo, que aparece mezclada también con material ibérico.
Construcción a un mismo nivel
Los estratos de construcción son poco frecuentes en el yacimiento de Termes de Santa ya que casi todas las construcciones arrancan desde el nivel natural de base. Sólo se documenta en los baños, como en la habitación contigua al vestíbulo de los baños, el hypocaustum y en el pasillo de entrada a los mismos, donde los cimientos están construidos sobre una acumulación de tierra de composición arcillosa y gran cantidad de piedras cuya finalidad era equiparar el nivel de suelo con el de las otras estancias con las que está relacionada.